Historia del Jardín Botánico Nacional
Para comprender plenamente la magia que envuelve al Jardín Botánico Nacional, es esencial explorar su rica historia. Este oasis de biodiversidad y belleza fue concebido por el arquitecto dominicano Benjamín Paiewonsky, en colaboración con el ingeniero Joaquín Ruiz. Juntos, dieron vida a este proyecto que se convirtió en un verdadero tesoro para la República Dominicana.
La primera piedra se colocó en marzo de 1972, y en un acto lleno de orgullo nacional, se inauguró el Jardín Botánico el 15 de agosto de 1976. Su importancia no se limita solo a su presencia física, ya que la Ley 456 del 12 de octubre de 1976 otorgó su personalidad jurídica, destacando su relevancia en la conservación y educación ambiental.
El nombre del Dr. Rafael Ma. Moscoso, el primer botánico dominicano en escribir un Catálogo de la Flora de la Isla La Española (Catalogus Florae Domingensis), se inmortalizó en este lugar por medio del Decreto 2271 emitido por el Presidente de la República Dominicana, Dr. Joaquín Balaguer. Un tributo sincero a un pionero en la exploración de la flora de la isla.
El emblema del Jardín Botánico Nacional es la hoja del guanito Coccothrinax argentea, una palma endémica de una belleza incomparable que refleja la riqueza natural de la Isla Española.
Así que, cuando caminamos por los senderos de este paraíso botánico, recordamos que estamos inmersos en un legado de conservación y amor por la naturaleza que ha perdurado a lo largo del tiempo.
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